Lanzada en 1976, fue la primera consola de videojuegos que permitía transformarla hasta en 26 juegos diferentes con tan solo introducir un cartucho de memoria. Antes de esta consola, sólo se fabricaban para un tipo de juego, que en esos tiempos eran variantes del Pong. También introducía la posibilidad de incorporar colores, la salida del sonido por la televisión y administración digital de la puntuación. Otra particularidad con la que contaba era la posibilidad de jugar contra la misma consola, ya que con las anteriores era necesario siempre otro jugador. Los joysticks eran muy maniobrables, permitiendo al jugador hasta 8 direcciones, aunque eran algo delicados. Rápidamente perdió su éxito un año después de su lanzamiento en manos de la Atari 2600, llegándose a vender cerca de 250 mil unidades.
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