Lanzada en 1990 en Japón, resultó ser la consola portátil más potente vista en el mercado hasta entonces. Es la tercera consola portátil con pantalla en color de la historia, después de la Atari Lynx y la Turbo Express. Muy superior técnicamente, y que contaba con un gran catálogo de 300 juegos, gracias a la gran cantidad de conversiones del MASTER SYSTEM que se realizaron debido a la similitud entre ambos sistemas. Contaba con una pantalla retro iluminada de baja resolución, pero con una gran paleta de colores, muy amplia para la época, y gran potencial gráfico. Además, podría también reproducir sonido estéreo. Utilizó un diseño un poco distinto en donde los botones están a los lados de la pantalla y es más fácil de sostener. Sega lanzó además todo tipo de periféricos, como el sintonizador de televisión, toda una revolución que marcó un antes y un después. Pese a sus bondades y a su superioridad técnica, no consiguió consolidarse con una posición victoriosa en el mercado, pese a sus 11 millones de unidades vendidas.
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