Era técnicamente superior a su competidor NES, con gráficos con muchos más colores y mejor sonido. No tuvo el éxito que Sega esperaba, ya que el mercado no era bueno y los juegos tampoco ayudaron demasiado, no hubo muchos para que justificaran la compra de la consola. No dieron un soporte aceptable y dejaron pasar muchos juegos europeos que podían mejorar las ventas de la consola, como el legendario Gauntlet. Sin embargo, en Europa, Australia y Brasil la no se vendió mal. Las unidades vendidas alcanzan los 15 millones.
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